Gracias por cultivar el don de la amistad cada día.
Gracias por hacer del servicio y la solidaridad una actitud de vida.
Gracias por compartir la fe y el amor que nos une, reconcilia y nos hace familia.
Gracias por los gestos de ternura, fraternidad y concordia que nos edifican.
Gracias por el encuentro de corazón a corazón.
Gracias por la amistad que nos abraza, contiene y acompaña.
Gracias por tantas experiencias significativas y valiosas de aprendizaje.
Gracias por este camino donde todos aprendemos a ser nuestra mejor versión.
Gracias por hacer posible este hermoso recorrido de crecimiento personal y comunitario.
¡Que Jesús Eucaristía y la Virgen Stella Maris sigan sosteniendo nuestra amistad y nuestra vida!
¡Feliz día querida Comunidad Adoratriz!
